Ser deportado de los Estados Unidos es una experiencia muy complicada de afrontar, ya sea que le suceda a usted o a un ser querido. En este artículo se ofrece una visión general de:
- Los motivos más comunes para la deportación o expulsión,
- La diferencia entre el proceso de expulsión y el de deportación, y
- Lo que puede hacer para detener el proceso de expulsión de un familiar.
¿Cuáles son algunos de los motivos más comunes para la deportación de los Estados Unidos?
La deportación, también conocida como expulsión, se produce por diversos motivos. Entre los más frecuentes, quizá el principal, es cuando una persona que reside en el país sin estatuto legal o, incluso, siendo residente legal permanente, comete algún delito grave, como por ejemplo un asalto agravado. Estas personas podrían enfrentarse a la deportación, incluso si son titulares de una tarjeta verde.
Otro de los motivos para una deportación es que una persona haya agotado todas las opciones legales posibles para permanecer en los Estados Unidos o que un juez le haya denegado el asilo. Por otra parte, si una persona intenta entrar al país utilizando documentos de viaje fraudulentos, como el pasaporte de una persona diferente, es posible que sea objeto de expulsión inmediata en la misma frontera.
¿Cuál es la diferencia entre el proceso de expulsión y el de deportación?
Los procesos de deportación y de expulsión son esencialmente lo mismo, aunque la terminología jurídica técnica utilizada es “proceso de expulsión”. Si bien el tribunal puede utilizar el término “proceso de expulsión” al momento de la audiencia, los términos se pueden intercambiar.
¿Qué puedo hacer para detener el proceso de expulsión de un miembro de mi familia?
La posibilidad de que un miembro de la familia en proceso de expulsión reciba ayuda depende de varios factores. Es muy probable que, si la persona es residente legal permanente o ciudadano estadounidense, este proceso termine inmediatamente. Otra posibilidad es que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) le ofrezca otras opciones, como modificar su estatus si recientemente se ha casado con un ciudadano estadounidense o si puede acogerse a la protección de la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA, por sus siglas en inglés). Si la persona solicita asilo y gana el caso en los tribunales, el procedimiento continúa, pero se le concede la exención.
La anulación del proceso de expulsión solo es aplicable a los residentes permanentes legales que desean conservar su tarjeta verde o a los residentes permanentes no legales que desean obtenerla. El USCIS no puede otorgar esta medida; solo un juez de inmigración puede hacerlo. Para acogerse a la cancelación de la expulsión, los residentes permanentes no legales deben haber estado físicamente presentes en los Estados Unidos durante diez años, gozar de buena reputación moral, no haber sido condenados por determinados delitos, o estar enfrentándose a dificultades excepcionales y extremadamente inusuales para un cónyuge, hijo o padre que sea residente permanente legal o ciudadano estadounidense. También deben tener un familiar que reúna los requisitos necesarios, ya sea un hijo menor soltero, un progenitor o un cónyuge con estatuto.
Las personas que ya han recibido la cancelación y expulsión, que sufrieron de persecución, que entraron como tripulantes después del 30 de junio de 1964, o ciertos visitantes de intercambio con visado “J”, no pueden solicitar la anulación y expulsión de residente permanente no legal. Además, los solicitantes deben cumplir el requisito de 10 años de presencia física continuada antes de que se les notifique la comparecencia. Si, por ejemplo, un solicitante que ha estado en los EE. UU. durante nueve años y nueve meses, no sería elegible para la cancelación y expulsión porque necesita tres meses más para cumplir con el requisito de 10 años. Otras personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos pueden no tener problemas hasta que son acusadas de un delito como conducir bajo los efectos del alcohol. Una vez que reciban una notificación de comparecencia ante el tribunal de inmigración, es posible que ya no puedan optar a la cancelación y expulsión si no han cumplido el requisito de 10 años de presencia continua.
Además, el hecho de cometer ciertos delitos puede hacer que se interrumpa el tiempo de presencia física continuada. Una prohibición penal también impide a las personas que hayan cometido determinados delitos solicitar la cancelación y expulsión, excepto en el caso de delitos menores en los que los factores de dificultad prevalecen sobre el delito. La decisión de conceder la cancelación y expulsión es discrecional y depende exclusivamente del juez, que tiene en cuenta varios factores atenuantes, como el tiempo que el solicitante lleva en los Estados Unidos, los lazos familiares, la edad, la salud y las necesidades especiales en la escuela.
Hay diferentes tipos de cancelación y expulsión, que incluyen la residencia permanente no legal, la residencia permanente legal y la cancelación VAWA, cuyos requisitos son afirmativos y defensivos. Resulta de vital importancia solicitar la cancelación y expulsión durante el proceso de expulsión, pero es posible que algunas personas que reúnan los requisitos no puedan solicitarla por no encontrarse dentro del proceso de expulsión. Tener un abogado de inmigración a su lado es la mejor manera de aumentar sus posibilidades de superar con éxito el complicado proceso de expulsión y permanecer en los Estados Unidos junto a sus seres queridos.
Para recibir información detallada acerca de los motivos más comunes de deportación, el mejor paso a seguir es una asesoría inicial. Obtenga la información y respuestas legales que está buscando llamando al (310) 341-0551 hoy mismo.

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